Yema: Mosto Yema, Sinónimo de Mosto Lágrima
El término «yema» en el contexto del vino se refiere al mosto yema, también conocido como mosto lágrima. Este es uno de los componentes más apreciados en la elaboración de vinos de alta calidad. A continuación, exploraremos en profundidad qué es el mosto yema, sus características, y por qué es tan valorado en la viticultura.
¿Qué es el Mosto Yema?
El mosto yema es el jugo de uva que se obtiene de la primera prensada de las uvas, sin la aplicación de presión mecánica. Este jugo se extrae de manera natural por gravedad o por el peso propio de las uvas. Este proceso de obtención es delicado y evita la extracción de compuestos indeseables como taninos y ácidos que se encuentran en las semillas y pieles de las uvas.
Características del Mosto Yema
Pureza y Calidad: El mosto yema es extremadamente puro y contiene una alta concentración de azúcares y aromas, lo que contribuye a la calidad superior del vino resultante.
Baja Acidez: Al no extraer taninos y otros compuestos del hollejo y las semillas, el mosto yema tiene una acidez más baja, lo que da como resultado vinos más suaves y equilibrados.
Aromas Intensos: Este tipo de mosto conserva los aromas primarios de la uva, lo que permite la elaboración de vinos con un perfil aromático intenso y fresco.
Proceso de Obtención
El proceso de obtención del mosto yema es sencillo pero cuidadoso. Las uvas se recolectan y se dejan reposar para que, por su propio peso, liberen el jugo. Este jugo es recolectado y separado del resto del mosto que se obtiene mediante prensado. El mosto yema representa generalmente alrededor del 50-60% del total de mosto extraído de la uva.
Importancia en la Elaboración de Vino
El mosto yema es crucial en la elaboración de vinos de alta gama, especialmente en la producción de vinos blancos y espumosos. Al ser un mosto de gran pureza y calidad, permite la elaboración de vinos con características organolépticas superiores, destacándose por su finura, elegancia y frescura.
Conclusión
El mosto yema, o mosto lágrima, es un componente esencial en la viticultura de calidad. Su obtención cuidadosa y sus características únicas lo hacen indispensable para la producción de vinos excepcionales. Al elegir un vino elaborado con mosto yema, se puede esperar una experiencia sensorial de alta gama, con aromas intensos y un sabor equilibrado y suave.
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