Flor

Flor en los Vinos de Jerez y Otros de Crianza Biológica

Introducción a la Flor

La flor en los vinos de Jerez y otros de crianza biológica es un fenómeno esencial para la elaboración de estos vinos únicos. Se trata de un velo blanquecino compuesto por levaduras que se forma en la superficie del vino almacenado en botas que no se rellenan completamente. Esta capa juega un papel crucial en el desarrollo de las características organolépticas distintivas de estos vinos.

Origen y Formación de la Flor

La formación de la flor se produce en condiciones específicas. En primer lugar, es fundamental que las botas de vino no se llenen completamente, permitiendo la existencia de un espacio de aire necesario para el desarrollo de las levaduras. Estas levaduras, que son nativas de la región de Jerez, se depositan en la superficie del vino, formando una capa protectora.

Factores que Influyen en la Formación de la Flor

Composición del Vino: Los vinos base utilizados para la crianza biológica suelen tener una alta acidez y un contenido moderado de alcohol, lo que favorece el crecimiento de las levaduras de flor.

Condiciones Ambientales: La temperatura y la humedad en las bodegas de Jerez son ideales para la proliferación de estas levaduras.

Oxigenación: La presencia de oxígeno en el espacio vacío de la bota es esencial para la supervivencia y crecimiento de la flor.

Función de la Flor en la Crianza Biológica

La flor tiene múltiples funciones en la crianza biológica de los vinos de Jerez:

Protección contra la Oxidación: La capa de levaduras actúa como una barrera, evitando que el vino entre en contacto directo con el aire y se oxide.

Transformación del Vino: Las levaduras de flor metabolizan ciertos compuestos del vino, generando sustancias que contribuyen a su aroma y sabor característicos.

Desarrollo de Aromas y Sabores: La crianza bajo flor aporta notas distintivas a los vinos de Jerez, como almendra, panadería y hierbas secas.

Tipos de Vinos de Jerez con Crianza Biológica

Fino

El Fino es un tipo de vino de Jerez que se cría exclusivamente bajo flor. Presenta un color pálido y brillante, con un aroma fresco y delicado. En boca, es seco y ligero, con un final limpio y ligeramente amargo.

Manzanilla

Similar al Fino, la Manzanilla se cría bajo flor, pero en la localidad costera de Sanlúcar de Barrameda. Esta ubicación aporta a la Manzanilla una salinidad y frescura únicas, diferenciándola del Fino.

Conclusión

La flor es un elemento vital en la producción de los vinos de Jerez y otros vinos de crianza biológica. Su formación y mantenimiento son cruciales para desarrollar las características distintivas de estos vinos, desde sus aromas y sabores hasta su estructura y complejidad. Entender el papel de la flor nos permite apreciar aún más la singularidad y el valor de estos vinos excepcionales.

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